viernes, 7 de marzo de 2008

“Memoria completa” o el olvido de la represión en pasado y presente


AYER


La reapertura de numerosas causas contra los represores de la última dictadura militar abrió las puertas para que cierta fauna jurásica saliera a reclamar una pretendida “igualdad ante la Justicia”. Estos voceros de los sectores más retrógrados de la sociedad reivindican una supuesta “memoria completa” para sostener que las acciones de la guerrilla deben ser juzgadas como delitos de lesa humanidad, en igualdad con los militares que cometieron crímenes en el marco del Terrorismo de Estado.

Si no se tratara de una mentira perversa se podría decir que es una idea paradójica. Porque su discurso se basa precisamente en ocultar prácticamente toda la historia argentina anterior a los hechos que tan fielmente pretenden recordar. Esa historia que está plagada de golpes militares contra los gobiernos democráticos que intentaron alguna tímida reforma que pusiera en riesgo los privilegios de las clases dominantes. Y que está llena de ejemplos de cómo las fuerzas de seguridad han actuado siempre para reprimir a las clases populares cuando pretendían luchar por una distribución más justa de la riqueza.

Quienes hablan de “memoria completa” olvidan las muchas razones que llevaron a una generación de militantes políticos a concluir que la lucha armada era el único camino posible para hacer frente a un Estado represor. Que la organizaciones revolucionarias cometieran errores y terminaran cumpliendo un papel trágico en los momentos previos al golpe del 24 de marzo de 1976 no hace menos verdadero el hecho de que surgieron en respuesta a décadas de persecuciones y torturas.

HOY

La llamada “teoría de los dos demonios” no sólo se burla de la historia: también pretende hacernos creer que la represión se acabó con la dictadura militar. Como si en estas décadas de gobiernos democráticos el Estado no hubiera intervenido tantas veces en defensa de los estamentos de poder. O como si las fuerzas de seguridad no hubieran actuado tantas veces para reprimir con violencia cada intento de lucha popular.

Precisamente en estos días en que la Cámara Federal de Corrientes lleva adelante el juicio oral contra los responsables de torturas y desapariciones durante la dictadura, el gobierno de la provincia repite veladamente alguno de los métodos tradicionales de represión contra los docentes que reclaman aumento salarial. Se dirá, y con razón, que no se pueden comparar la ejecución de un plan sistemático de terror y las burdas bravuconadas del gobernador Arturo Colombi. Sin embargo, sólo un idiota podría negar que demuestran lo poco que ha cambiado el Estado desde el 10 de diciembre de 1983.

El descuento por los días de huelga, la amenaza de no “pagar el aumento a quienes hagan paro”, la presentación ante la Justicia Federal para que obligue a los maestros a volver a las aulas son algunos ejemplos del accionar represivo. Todo esto acompañado por una campaña contra la lucha docente en los medios de comunicación, para la que el gobierno destina millones de pesos en forma de pauta publicitaria. El objetivo es claro: deslegitimar el reclamo, distanciar a los dirigentes gremiales de los docentes y, fundamentalmente, alentar el “repudio” de la sociedad a las medidas de fuerza. Es decir, inventar un nuevo demonio.

Así como no se puede ignorar la historia cuando se trata de comprender nuestro pasado reciente, no se puede tapar la realidad educativa en la provincia cuando se habla de los reclamos docentes. Sin embargo, hay quienes se escandalizan por la pérdida de días de clase pero no dicen nada ante la falta de condiciones edilicias de gran parte de las escuelas. Y hay imbéciles que piensan que es exagerado que un maestro pretenda un sueldo básico de ¡600 pesos!

La falta de solidaridad, la costumbre de mirar para otro lado, la obsecuencia ante los que mandan suelen ser parte de la vida cotidiana. La historia no se repite, pero el desafío para las nuevas generaciones será seguramente no caer en viejos errores. Lograrlo dependerá de cuánto aprendamos de las luchas de ayer y hoy.

10 comentarios:

Unknown dijo...

Muy buena la nota, excelente. Pero quiero aclarar algo: Los gobernantes no necesitan distanciar a los dirigentes gremiales de los docentes, son los dirigentes gremiales los que se distanciaron de los docentes y los gobernantes lo aprovecha. Los dirigentes gremiales no escuchan a las bases y, después de firmar el acuerdo con el Ministerio, mandan a las Escuelas una encuesta para “consultar a las bases”. Ya conocemos el destino de esas encuestas, el año pasado hicieron lo mismo y nos conformaron con unos miserables $450 que ellos pedían

Anónimo dijo...

Coincido en desacreditar la postura de quienes defienden la teoría de los dos demonios, ya que antes del golpe de 1976, las tareas de la triple A habían controlado los focos querrilleros (y la pregunta sería ¿por qué entonces tomaron el poder, y para qué?).
Las fuerzas militares de nuestro país en conjunto con un sector civil subvirtieron el orden, es decir -a mi modo de ver-, fueron ellos los subversivos de aquella época.
Tomaron los poderes y las herramientas del Estado nacional para exterminar. Y este es un delito de lesa Humanidad.
Por otra parte me parece que también aquél guerrillero o militante o quien haya matado en esa época también debe ser juzgado, pero dicho delito no puede considerarse de lesa humanidad.
Me gustaría saber si los familiares de los militares o personas muertas por la guerrilla, han realizado los procesos judiciales de pedido de justicia, o solo lo hacen a nivel mediático.
Esto lo pregunto porque en el caso de las víctimas del exterminio, es decir, los familiares de los desaparecidos y asesinados por los dictadores, han peregrinado incansablemente por los espacios judiaciales en pedido de justicia hace más de treinta años.

Anónimo dijo...

Aportaría en este sentido, en cuestionar la teoría de los dos demonios, que los
militares-dictadores han estatizado deuda privada, subiendo la deuda externa de nuestro país unas 300 veces aprox. a partir de 'su' reorganización nacional. Y esa deuda privada que la aceptaron como estatal o pública, precisamente no eran deudas de agricultores, campesinos o pequeñas empresas, sino de grupos dominantes en el país.

Marlowe dijo...

Sobre el comentario del primer Anónimo, algunos familiares de víctimas de la guerrilla acudieron a la Justicia y hace poco en Santa Fe hubo un juez que intentó iniciar una causa por un caso. Ese intento fue desbaratado por la Procuraduría en un dictamen ejemplar, que luego se recomendó como instrucción para todos los fiscales del país. Es decir, desestimar todo intento de juzgar asesinados cometidos por las organizaciones armadas, porque se tratan de delitos prescriptos y no pueden considerarse como de "lesa humanidad". La Corte también falló en un sentido similar.
Ahora bien, si esos asesinatos deberían haber sido juzgados en su momento, es otra cuestión. Muchas veces, se contrapone a la "solución militar", que la dictadura empleó contra la guerrilla, una "solución judicial". O sea, la idea de que los guerrilleros tendrían que haber sido juzgados en lugar de masacrados. Sin embargo, esto también implica desconocer las razones por las que nacieron las organizaciones armadas y, de haber ocurrido, también hubiera sido represión. Son dos caras de la misma moneda.
En definitiva, el debate pasa por qué Estado queremos. Desde su fundación y hasta nuestros días, salvo contadas excepciones, el Estado actuó como garante de los estamentos de poder y reprimió (de una forma u otra) cualquier mínimo cuestionamieno al orden social y económico imperante.

Unknown dijo...

Muy bueno el escrito.
Es muy importante ver la continuidad, de otro modo recortamos y caemos en un reduccionismo funcional al enemigo. Una palabra fuerte? Podría ensayar miles de motivos para justificarme, pero no vienen al caso.
El tema es que lo que juzgamos en Corrientes no es el pasado sino los efects que ese pasado ha tenido sobre nosotros como cueroi social, de eso se trata el concepto de lesa humanidad.

En realción a esto, es imprescindible ver que el genocidio continúa por vía de la mantención del modelo económico, generandomuerte, marginación, delincuencia... Y esto llama a las banderas de "orden y progreso".
Vivimos en una sociedad represiva, eso hay que distinguirlo de base.
Más allá de eso, el desafío es leer lo que pasa hoy, por ejemplo, mi campo, la salud mental, ha sido copado por ideologías positivistas que aplastan al sujeto, y esto será base de una nueva oleada represiva.
Por eso cada quien en su campo, al menos, debe resistir y sumar a la resitencia a su vecino.
Un beso.

Anónimo dijo...

Que bien, solo juzguemos algunos crimenes. Los otros ya prescriptos. Que clase de pais estamos cronstruyendo.Dan pena muchachos.

Anónimo dijo...

No juzguemos los crimenes de los grupos guerrilleros. Total para que???Si ya estan ocupando hermosos cargos publicos con suculentos sueldos. Les salio redonda hicieron una industria de los mal llamados DD.HH.

Anónimo dijo...

Felisa Miceli fue directora de Presupuestos Provinciales de Martínez de Hoz, entre 1976 y 1979;

Alicia Kirchner fue directora de Asuntos Comunitarios del Ministerio de Asuntos Sociales de Santa Cruz durante la dictadura;

Gabriela Ciganotto, presidenta del Banco Nación K, fue secretaria de Hacienda de Caleta Olivia en el último año del “proceso” militar;

Dante Dovena fue, durante la dictadura, funcionario político del Ministerio de Desarrollo y Vivienda;

El suegro del secretario K, Carlos Zannini, fue ministro de Gobierno de la dictadura;

Héctor Timerman, cónsul en Nueva York, fue director de La Tarde, diario que saludaba en 1976 “el desbande” de los sindicalistas y promovía la flamante dictadura de Videla.

Ricardo Jaime: Durante la dictadura militar, fue cinco años director general de Catastro de la provincia que controlaba Luciano Benjamín Menéndez.

"Ponerse el traje de los derechos humanos cuando uno no puede tirar la primera piedra no está nada bien"

Anónimo dijo...

EL COMENTARIO PARTE DE LA MENTIRA DE HACERLE CREER A LOS LECTORES QUE LA GUERRILLA COMENZO CON LOS GOLPES MILITARES, LA VERDAD ES QUE CUANDO MAS ATENTADOS Y ACCIONES VIOLENTAS HUBO, NO FUE DURANTE LOS GOBIERNOS MILITARES SINO DURANTE LOS GOBIERNOS DEMOCRATICOS...ASI QUE A BOLACEAR A LOS INCREDULOS...

Anónimo dijo...

que lastima ademas de matarse entre ustedes mismos,como hacen siempre y nunca tienen un frente unico verdaderamente compacto por la soberbia que no los deja vivir, porque son tan antidemocraticos que no conciben las elecciones representativas de la democracia, de la que tanto se jactan sea el medio para elegir los representantes del pueblo, es asi que su amada presidente gano las elecciones pero la puso a dedo su esposo, que muestra mas democratica!!!, pero ademas de todo esto viven en una burbuja y siguen justificando los hechos terroristas de lesa humanidad como reaccion ante los golpes militares cuando bien dice nuestro amigo anterior cuantos mas hechos terroristas hubo fue durante gobiernos democraticos, porque uds son tan totalitarios y antidemocraticos que utilizan esos momentos y se aprovechan de la ingenuidad de la gente. Maduren pobres pibes, maduren porque nunca van a llegar a nada, ni siquiera infiltrando partidos mayoritarios como siempre hacen, los aborrecen hasta sus propios compañeros y ni hablar de los traidores que tienen que por dos mangos venden a Dios y a Maria Santisima...Dante Gullo se llama el último no??