domingo, 24 de febrero de 2008

El proceso judicial a los represores en Corrientes y el juicio de la sociedad

"...hemos visto con indiferencia por más de tres siglos sometida nuestra primitiva libertad al despotismo y tiranía de un usurpador injusto que, degradándonos de la especie humana, nos ha mirado como a esclavos; hemos guardando un silencio bastante parecido a la estupidez (...). Ya es tiempo, pues, de sacudir yugo tan funesto a nuestra felicidad..."
Proclama insurreccional de la Junta Tuitiva de los Derechos del Pueblo, La Paz, 27 de julio de 1809

El juicio oral a los responsables del centro clandestino de detención que funcionó en el Regimiento de Infantería 9 durante la última dictadura no transcurre en una isla desierta. El aquí y el ahora de un hecho, sin dudas histórico, nos pone ante un compromiso: sumar al debate en las audiencias un debate en la sociedad correntina acerca del terrorismo de Estado y sus consecuencias aún palpables. No son el pasado ni el presente los que nos imponen el desafío sino el futuro: es el derecho de las nuevas generaciones a conocer y analizar la historia reciente para no volver a caer en las mismas trampas.

La anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y la reapertura de innumerables causas contra represores provocaron una ofensiva mediática de sectores que preferirían dejar en el olvido su responsabilidad en el aparato represivo del gobierno militar. Así es como a voceros históricos de los estamentos de poder, como Mariano Grondona, se han sumado personajes como Cecilia Pando, esposa de un militar pasado a retiro por reivindicar la dictadura.

En Corrientes, en tanto, el proceso contra los ex militares inspiró la publicación de artículos de una tiliguería tal que sorprendería al mismo Arturo Jauretche y la insistencia ante los micrófonos en reflotar la teoría de los "dos demonios" afirmando que se debe juzgar a "ambos bandos". Por otro lado, el juicio oral dio lugar a una seguidilla de "cartas" del hijo de Juan Carlos De Marchi, indicado por muchos testigos como principal responsable de las torturas en el Regimiento 9, pero pocas reacciones por parte de los sectores políticos y sociales más activos.

Por eso, aunque este blog surgió de un interés personal, en este momento queremos apostar al interés colectivo: sumar voces, convocar a la participación, movilizar voluntades para enfrentar a quienes pretenden que la historia vaya marcha atrás. Queremos promover un pronunciamiento público que acompañe al proceso judicial; que el debate no quede encerrado en la sala de audiencias. Pretendemos llevar el juicio a las escuelas, facultades y lugares de trabajo, porque el mero registro de las actas judiciales no es la mejor forma de preservar la verdad histórica.